Un cielo sin distancia

Hoy porque si he despertado
con premuras que no alcanzan
a descifrar mis sentidos
ni a definir mis palabras.


Siento en mi corazón el galope
de un potro brioso que marca,
la inminencia de un misterio
en pulsos que se agigantan.


Un cosquilleo...
una inquietud en el alma,
mi piel sensible a la brisa
se acalora en su abrazo.


El sol alumbra distinto,
hay una urgencia en sus rayos
de disipar las ilusiones
y mirar la verdad.


El aire largo que inspiro, 
la luz que suave resbala 
y en mis orillas la sangre
tiñe mi piel con sus ansias.


Al fin mis ojos descubren
vibrante un verde en las ramas
y un profundo azul celeste
en un cielo sin distancia.