me acompañó la dulzura,
con el tiempo florecieron nuevos ecos.
Escuché cada latido de mi corazón
pidiendo un nuevo amanecer,
hasta que lo desterré de mi pecho.
Entendí que lo perdí todo
el mismo día en que te conocí,
y aunque la muerte
llamó a tu puerta de forma inesperada,
no me arrepiento.
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Ilustración "El recuerdo" by © Sonia Koch |
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