—¿Qué quieres corazón que palpitas agitado en mi pecho? —¡Libertad! —¿Libertad? querrás decir inseguridad, pues nada te falta en tu hogar. Dispones de todo aquello que deseas, te he dado todas las comodidades posibles. ¿Por qué entonces quieres marchar? —Sentir el viento, mecerme a la sombra de un árbol, ver amanecer desde la cima de una montaña, contemplar el ocaso sentado en la playa, navegar con estrellas, reír con las nubes, hablar con las flores, escuchar los pájaros, correr por los bosques… no tener siempre que latir, sino actuar conforme a mi naturaleza. Ese es mi sueño, esa mi meta. Nada más me merece la pena.
—¿Qué quieres corazón que palpitas agitado en mi pecho?
ResponderEliminar—¡Libertad!
—¿Libertad? querrás decir inseguridad, pues nada te falta en tu hogar. Dispones de todo aquello que deseas, te he dado todas las comodidades posibles. ¿Por qué entonces quieres marchar?
—Sentir el viento, mecerme a la sombra de un árbol, ver amanecer desde la cima de una montaña, contemplar el ocaso sentado en la playa, navegar con estrellas, reír con las nubes, hablar con las flores, escuchar los pájaros, correr por los bosques… no tener siempre que latir, sino actuar conforme a mi naturaleza. Ese es mi sueño, esa mi meta. Nada más me merece la pena.
contempla, corre, ríe, escucha... así ... al natural!
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