habita un monstruo, que brama en las noches de tormenta. Te mentí, solo era una excusa para dormir abrazada a ti. El monstruo y el miedo sin embargo, son reales. Solo es mentira el lugar donde viven.
Me gusta respirar a centímetros de tu cuello y ver como lentamente tu piel se estremece. Océanos de amor que se crispan, y como navegante que desconoce el mapa comienzo a recorrerte lentamente, para no perder un solo momento entre tus olas.
La flecha es un expresión de mi alma. La lanzo con dedicación y belleza. El tiro nunca falla porque no tiene ningún designio. A donde lance la flecha y a donde caiga, ella siempre da en el blanco.
Todos los seres emiten una música sutil que no escuchamos con los oídos, pero cuando la armonía del otro empieza a resonar en nuestro interior, nada puede romper la fascinación de tal hechizo.
En el interior de mi cuerpo de mujer habita una diosa, aparezco ante ti como una bruja, porque las imágenes son lo primero que confunden y alejan a los que no quieren ver. Si quieres entrar en mi templo secreto es necesario que busques la llave en tu corazón, abras la puerta, ames con tus palabras y también con todos tus silencios.